Los internautas anglosajones ya han elegido a Foursquare como la nueva red social de moda. Su funcionamiento une varios conceptos innovadores. Primero integra al resto de redes sociales. Así, puedes participar en tu perfil de Twitter o Facebook sin salirte de estas “cuatro esquinas de una manzana”, como podría traducirse esta nueva red social.
El usuario encuentra a sus amigos de otras redes sociales en este “barrio” e interactúa con ellos. Pero no sólo encuentra a sus amigos, sino que se relaciona con su contexto, ya que está red social sólo se puede entender desde su uso desde el móvil (ya incluye aplicaciones para Android, iPhone y Blacberry) y la interacción con lo que te rodea a través de la geolocalización, la segunda innovación de la que hablábamos.
Esta toma del territorio por parte del usuario se realiza a través del juego, ya que es el usuario el que geolocaliza lo que le rodea haciéndose el “Mayorship” (embajador) de los lugares que le gustan.
Pongamos un ejemplo, eres asiduo a una determinada tienda de ropa de deportes, pues bien en Foursquare la localizas y te haces su embajador, cuelgas fotos o vídeos de ella, realizas comentarios sobre lo que más te gusta o tus críticas hacia ella, y otros usuarios te rebaten o afirman. Es decir, nunca mejor dicho, te conviertes en el representante de este local, en esta red social.
El salto entre el “qué estás haciendo” y “qué te gusta” de Twitter y Facebook a su representación gráfica sobre el mapa de Foursquare es palpable en este portal. Tus amigos van a conocer de un simple vistazo por dónde te mueves, qué piensas de los locales a los que vas y de qué locales eres embajador.
Además, esta red social te ofrece un espacio para compartir tus feeds favoritos y tener un calendario, estilo Google Calendar, compartido con tus amigos en esta red social.
Esta red social de momento sólo está triunfando en EEUU y el Reino Unido, en España todavía no ha llegado a gran parte de los usuarios y se está empezando a conocer desde apenas un unos cuantos meses.
Pero está vuelta a la tortilla, en el que el cliente habitual se convierte en el embajador del local, es tan sugerente que es posible que rápidamente cale en España como una red social de uso habitual.